Marcos Falivene




Prólogo editorial

El escondrijo de las sombras, yace junto a las madrigueras de los gusanos. Allí donde los ángeles, antes de incursionar, se arman con antorchas y cigarrillos y avanzan…
… hace tiempo que se deshollinan y no dejan de deshollinarse las chimeneas del hombre. Lo que algunos llaman “chakra”, otros bendicen “caño de escape”, y otros simplemente respiran en la boca de las cuevas, a veces burlones y otras compasivos…
… en la actualidad, o mejor dicho, en este preciso instante, mientras un chimpancé escarba con su palo una colmena de termitas, un astrólogo codifica las estrellas, y un poeta se masturba. Además, hay un pájaro cotejando su pájara, conquistándola, augurándole deliciosos gusanos de seda para sus crías.

*

Poema del autor

Yugular,
sanguinario,
cosa perruna
cuando no lobezna,
ser:
el acoso de tu sombra
el agobio de tus piernas
la sed posterior
las hormigas anteriores.

                                  Marcos Falivene


                
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